Da inicio el noveno mes del 2007. El año ha tenido un ritmo más o menos acelerado y turbulento en cuestión de relaciones sociales. En México, han sido los primeros nueve meses de gobierno de Felipe Calderón. Sus primeras acciones estuvieron encaminadas a colocar al Ejército como su principal aliado y legitimador en el poder. Esto a mi me parece peligroso, pues el marketing político que han enviado desde Los Pinos es el de un presidente general, en estado de guerra. Los otros ámbitos de gobierno se encuentran envueltos por el caos: educación, salud, ecología, etc.
La crisis política en el país es francamente decadente, los integrantes del Congreso siguen empleando nuestro tiempo en pelearse el hueso y el revanchismo político. La tribuna de la Nación sigue sin escuchar lo que los antiguos de estas tierras quisieran escuchar: hacia donde nos dirijimos como colectividad, cuál es la visión que va a guiar nuestro peregrinar en este valiente mundo nuevo.
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