El viaje del Chamán

Llega el momento en que la vida cotidiana y la rutina del chamán son trastocados por fuerzas invisibles que lo impulsan a emprender un viaje espiritual. Se retira a su fuero interno y entra a un tiempo distinto del normal. Se sumerge en el oceano inconsciente sin rumbo fijo aparente.
La persona del chamán no puede resistirse a este fuerte atractor que inevitablemente generá turbulencia en el ritmo rutinario de su vida. Al chamán le parece que, a veces, este atractor hacia el viaje, se abre para hacer virar el barco de la vida personal, surge para cambiar las coordenadas del viaje de todos los días.
En el oceano inconsciente, el chamán encuentra múltiples islas de símbolos y sentidos que le develan nuevos rumbos para cartografiar en su espíritu.
En otras ocasiones el atractor al viaje genera riesgos más relevantes para el chamán. Los aliados de este, se pueden tornar en sus enemigos, los instrumentos del viaje pueden caducar sin que el chamán se de cuenta, esto conducirá al iniciado a un atractor que adquirirá cada vez más las características de un agujero negro.
Todo atractor se funda en la cualidad grave y trágica del mundo, sin embargo, el maestro instruirá al chamán a sincronizarse con los que permitan la transformación luminosa.
Cuando el chamán se pregunta dónde está, qué está haciendo, por qué, para qué, para quién, es el momento en que el maestro retorna al cruce de caminos donde por primera vez se encontraron él y su aprendiz.
Resulta que este llamado al viaje que siente y experimenta el chamán en diversas ocasiones de su vida es un camino de retorno al origen.